Diagnóstico de la eyaculación precoz
Nos resistimos a relacionar la eyaculación precoz con un tiempo determinado (segundos o minutos) puesto que cada pareja es un mundo: hay hombres que eyaculan en pocos minutos y son profundamente infelices puesto que ni él ni su pareja consiguen disfrutar de la relación sexual. En otros casos, hay parejas que, con el mismo tiempo de control consiguen un buen nivel de satisfacción. Por tanto hablar de que eyacular antes de “x” minutos es poco o mucho puede ser significativo a título individual pero no es aplicable de forma universal. Digamos pues que se sufre falta de control eyaculatorio cuando no se consigue prolongar la relación sexual coital el tiempo necesario, antes de eyacular, para que ambos miembros de la pareja obtengan una relación satisfactoria. Una mala racha, no es motivo de consulta médica, pero cuando la falta de control no se asocia a una situación de estrés con un motivo claro, es contraproducente esperar a que se resuelva solo. En la mayoría de los casos, lo que sucede es lo contrario: el problema se agudiza. Y queremos evitarlo.
A diferencia de otras patologías, los problemas de eyaculación precoz responden a problemas de aprendizaje en la detección del reflejo eyaculatorio y de su posterior control, que pueden ser originadas por diversas causas. (Ejemplo: prácticas masturbatorias clandestinas que forzaron un mecanismo de excitación + eyaculación rápido e involuntario, sentimientos de culpa, miedos a embarazos indeseados, etc.). Es nuestra labor es identificarlas y proponer el tratamiento adecuado.
¿Cómo se trata la eyaculación precoz?
Una vez en manos del especialista, con un diagnóstico adecuado, la recuperación del control eyaculatorio se consigue de forma progresiva (identificando primero las sensaciones pre-orgásmicas y posteriormente aprendiendo técnicas para controlar el reflejo eyaculatorio). Los resultados suelen ser alentadores desde la primera semana. Es un trabajo en equipo, entre el especialista, el paciente e, idealmente, la pareja, (si la tiene) con el que se pretende conseguir un control definitivo y permanente de la eyaculación precoz, sin dependencia farmacológica. Dicho esto, a día de hoy sí existen fármacos en el mercado que por primera vez han demostrado su eficacia en prolongar el tiempo de latencia entre la excitación y la eyaculación, siempre que se combinen con una terapia sexológica adecuada. Os recordamos que son fármacos con receta cuya eficacia depende de la correcta administración y posología. Es fundamental que el especialista tome la decisión de si son necesarios según cada caso.
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