sábado, 1 de octubre de 2016

Edades Urológicas en el Hombre

jovenanciano


Durante la vida del hombre se manifiestan diferentes patologías urológicas asociadas a cada etapa.

Los problemas más frecuentes en la urología del hombre pueden surgir a partir de los 20 años, que es cuando suele aparecer la eyaculación precoz, la cual llega a afectar a casi el 40% por ciento de la población masculina. Este problema si no se soluciona, se puede prolongar de por vida, añadiéndosele otras patologías. Las enfermedades de transmisión sexual son una patología común a partir de este grupo de edad, entre los cuales las infecciones por el virus del papiloma humano VPH, han manifestado un incremento en la incidencia y prevalencia de contagios en las parejas sexuales.

A partir de los 30 años el hombre comienza a experimentar el agrandamiento de su próstata. Esto sucede de forma natural y no suele dar síntomas hasta años más tarde. Durante la década de los 30 y hasta los 40 destaca la patología más común, la infertilidad, algo que preocupa a muchas parejas: “La infertilidad masculina va en aumento, siendo responsable del 50% de los problemas de fertilidad de la pareja. Hay muchas causas que pueden alterar el número o la calidad de los espermatozoides, genéticas, congénitas, hormonales, vasculares (varicocele), infecciosas, obstructivas, tóxicas. Siempre que sea posible se aplican tratamientos específicos, médicos (tratamiento antioxidante, hormonal) o quirúrgicos (cirugía del varicocele, epidídimo, deferente o conducto eyaculador)”.

A partir de los 40 años la urología del hombre vendrá marcada por la disfunción eréctil, la cual es más frecuente de lo que se piensa y la padece al menos uno de cada cuatro hombres de 40 años. Esta cifra aumenta con el paso del tiempo pero existen tratamientos altamente satisfactorios. Además, muchas veces la disfunción eréctil está provocada por enfermedades subyacentes que aún no han dado la cara, como hipertensión arterial, diabetes, arteriosclerosis, cardiopatía isquémica y es importante reconocer este primer síntoma para poder corregir los factores contribuyentes y evitar su progresión a patologías más graves”.

Una vez que el hombre cumple los 50 años, además de la falta de erección antes mencionada, suele experimentar los síntomas inherentes al agrandamiento de la próstata o lo que es lo mismo, hiperplasia benigna. Es en esta época cuando puede comenzar a tener síntomas como urgencia para orinar, levantarse a orinar por la noche, tener menor intensidad en el “chorro” de la orina y molestias durante el vaciado de la vejiga, que son consecuencia de la hiperplasia benigna de próstata. la hiperplasia benigna de próstata hoy tiene tratamientos muy eficaces, rápidos y sencillos, como la enucleación prostática con láser, que permite al individuo incorporarse a su vida normal pocos días después de la intervención con mínimo riesgo. Esta intervención además de ser poco invasiva permite al varón preservar la función eréctil que ya de por sí viene mermada por la edad”.

A partir de los 60 años, la otra patología que más preocupa a los hombres es el cáncer de próstata, enfermedad de la que de acuerdo a datos del IMSS durante el 2014 se diagnosticaron alrededor de 233,000 nuevos casos de cáncer de próstata.

¿SE PUEDEN PREVENIR LOS PROBLEMAS UROLÓGICOS?


Hay enfermedades inherentes al paso del tiempo, como por ejemplo la hiperplasia benigna de próstata e incluso hay patologías que vienen dadas de por sí. Aún así retrasar el momento de aparición de algunas enfermedades es posible. Recientemente se ha demostrado que una dieta rica en grasas es un enemigo feroz de la salud prostática. “llevar una alimentación sana y practicar ejercicio frecuente pueden ser una medida preventiva favorable. Tener una dieta y evitar el sobrepeso, el tabaco y el alcohol son una buena forma de eliminar factores de riesgo posibles en la aparición de problemas prostáticos”.

Una dieta rica en alimentos que contengan grasos omega 3 (corrigen los defectos de la próstata), licopeno (ayuda a frenar el envejecimiento de la próstata), selenio (ayuda a desinflamar la próstata) y zinc (mineral fundamental en la función sexual que ayuda a prevenir lesiones prostáticas) puede ser de gran ayuda en la prevención de patologías frecuentes.

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