martes, 21 de junio de 2016


Se dice que una vejiga es hiperactiva cuando expulsa orina en el momento equivocado. Si una persona experimenta dos o más de estos síntomas, puede ser que tenga una vejiga hiperactiva:

  • Orinar ocho o más veces al día o más de dos veces a la noche
  • Ganas repentinas de orinar y fuertes necesidades de orinar inmediatamente
  • Pérdida de orina luego de haber tenido ganas repentinas de orinar

También puede presentarse incontinencia o pérdida del control de la vejiga. La mayoría de las veces, las causas se desconocen pero algunos problemas que afecten los nervios, beber demasiado líquido o cafeína pueden ser algunas.

El doctor puede recetar un medicamento que relaje los músculos y los nervios. Estos medicamentos pueden ser pastillas, líquidos o parches. Algunos efectos secundarios de estas medicinas pueden ser ojos y boca secos y estreñimiento. Para lidiar con estos efectos secundarios en los ojos, se pueden usar gotas (colirios). Para el problema de la boca seca, se puede masticar goma de mascar sin azúcar o chupar un caramelo sin azúcar y tomar pequeños sorbos de agua durante el día.

Dr. Mauricio Gallo - Urologia 
 Tel. (0133) 3648 3440 y (0133) 3823 1001

Cáncer de vejiga


La vejiga es un órgano hueco en la parte inferior del abdomen donde se almacena la orina. El cáncer de vejiga ocurre en la membrana interna de la vejiga. Es el sexto tipo más común de cáncer en los Estados Unidos.

Los síntomas incluyen:

  • Sangre en la orina
  • Urgencia frecuente de orinar
  • Dolor al orinar
  • Dolor en la parte baja de la espalda

Los factores de riesgo incluyen fumar y la exposición a ciertas sustancias químicas en el ambiente de trabajo. Las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer de vejiga y de edad madura, son de raza blanca o sexo masculino tienen un mayor riesgo.

Los tratamientos contra el cáncer de vejiga incluyen la cirugía, radiación, quimioterapia y terapia biológica. La terapia biológica o inmunoterapia estimula la capacidad de su propio cuerpo para combatir el cáncer.

Dr. Mauricio Gallo - Urologia 
 Tel. (0133) 3648 3440 y (0133) 3823 1001

¿Qué es la tricomoniasis?


La tricomoniasis (o “tric”) es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) muy común causada por la infección transmitida por el parásito protozoario llamado Trichomonas vaginalis. Los síntomas de la enfermedad pueden variar, y la mayoría de hombres y mujeres que tienen el parásito no saben que están infectados.

¿Qué tan frecuente es la tricomoniasis?

La tricomoniasis es considerada la enfermedad de transmisión sexual curable más común. En los Estados Unidos, se calcula que 3.7 millones de personas tienen esa infección, pero solo alrededor de un 30% presenta algún síntoma. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres y las mayores son más propensas que las jóvenes a tener la infección.

[Dos parásitos Trichomonas vaginalis, amplificados (observados a través del microscopio)]
Dos parásitos Trichomonas vaginalis, amplificados (observados a través del microscopio)

¿Cómo se contrae la tricomoniasis?

Una persona infectada puede transmitirle el parásito a otra persona que no tenga la infección durante las relaciones sexuales. En las mujeres, el área del cuerpo infectada con más frecuencia es la parte baja del aparato genital (la vulva, la vagina o la uretra) y en los hombres es la parte interna del pene (uretra). Durante las relaciones sexuales, el parásito por lo general se transmite del pene a la vagina o de la vagina al pene, pero también se puede transmitir de una vagina a otra. No es frecuente que el parásito infecte otras partes del cuerpo, como las manos, la boca o el ano. No está claro por qué algunas personas con la infección presentan síntomas y otras no, pero probablemente depende de factores como la edad de la persona y su salud en general. Las personas infectadas que no tengan síntomas de todos modos pueden transmitirles la infección a otras.



¿Cuáles son los signos y síntomas de la tricomoniasis?

Alrededor del 70% de las personas infectadas no presentan signos ni síntomas. Cuando la tricomoniasis causa síntomas, pueden variar entre irritación leve e inflamación grave. Algunas personas presentan los síntomas durante los 5 a 28 días después de haberse infectado, pero otras los presentan mucho más tarde. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer.

Los hombres con tricomoniasis pueden sentir picazón o irritación dentro del pene, ardor después de orinar o eyacular, o pueden tener alguna secreción del pene.

Las mujeres con tricomoniasis pueden notar picazón, ardor, enrojecimiento o dolor en los genitales, molestia al orinar, o una secreción clara con un olor inusual que puede ser transparente, blanca, amarillenta o verdosa.

Tener tricomoniasis puede provocar molestias al tener relaciones sexuales. Si no se trata, la infección puede durar meses y hasta años.

Incontinencia Urinaria


La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga. Los síntomas pueden variar desde una filtración de orina leve hasta la salida abundante e incontrolable de ésta. Puede ocurrirle a cualquiera, pero es más común con la edad. Las mujeres la experimentan el doble en comparación con los hombres.

La mayoría de los problemas de control de la vejiga ocurren cuando los músculos están demasiado débiles o demasiado activos. Si los músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan, es posible que tenga accidentes al estornudar, reír o levantar objetos pesados. Esto se conoce como incontinencia por estrés.

Si los músculos de la vejiga están demasiado activos, es posible que sienta una fuerte urgencia por ir al baño cuando tenga poca orina en la vejiga. Esto se conoce como incontinencia de urgencia ovejiga hiperactiva. Existen otras causas de incontinencia, tales como problemas con la próstata y lesiones neurológicas.

El tratamiento depende del tipo de problema que tenga y lo que mejor se adapte a su estilo de vida. Puede incluir ejercicios simples, medicinas, dispositivos especiales o procedimientos indicados por el médico o cirugía.

Dr. Mauricio Gallo - Urologia 
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martes, 14 de junio de 2016

Vitamina C para poner en forma a los espermatozoides

El paso de los años en los hombres no sólo afecta la elasticidad de la piel, la cantidad de pelo o la resistencia física. También la calidad del semen. La concentración de espermatozoides y su movilidad disminuyen. Eso no significa que el hombre maduro se vuelva infértil. Si está sano mantiene su capacidad de tener hijos. Pero la disminución de la calidad espermática puede afectar otros aspectos de la salud: influye en las dificultades para mantener una erección, tener hinchazones y molestias en los testículos y en algunos hasta en perder pelo  o masa muscular.

Aunque no se ha inventado todavía ninguna forma de "rejuvencer" la calidad espermática, diferentes estudios han encontrado que algunos alimentos pueden "frenar" los efectos del envejecimiento en los espermatozoides. Y los que están más a la mano son los que contienen vitamina C.


Una investigación

Investigadores de la Universidad de Texas (EEUU) hicieron una prueba muy interesante con un grupo de 175 varones de entre 18 y 47 años que tenían algún problema con la calidad de sus espermatozoides (como escasas movilidad o aglutinación). Durante dos meses incorporaron a su dieta un suplemento de 1000 mg diarios de ácido ascórbico (vitamina C). Al finalizar la prueba la motilidad aumentó y el porcentaje de espermatozoides con problemas disminuyó de manera importante. Luego comprobaron que ni siquiera eran necesarios 1000mg , que con solo 200mg se lograba el mismo efecto aunque los resultados demoraban un poco más en aparecer.

¿Y eso a cuánto equivale? 

Para obtener 200mg de vitamina C uno debería consumir diariamente el equivalente a dos naranjas. O el jugo de cuatro limones. O un pedazo grande de melón o de papaya. Incorporar estas frutas o mandarinas, toronjas, kiwi, piña, mango, fresas y otros vegetales como el pimiento impactará en el largo plazo a mejorar la calidad de los espermatozoides y su salud en general. 

Es importante mencionar que el cuerpo humano no produce ni tampoco almacena vitamina C por lo que esta debe provenir de la dieta y su aporte debe ser permanente.

¿El ejercicio puede frenar el cáncer de próstata?

Los investigadores médicos están prestando cada vez más atención a lo que ocurre entre las personas que tienen cáncer y hacen ejercicio. Ahora una investigación realizada en Dinamarca quiere entender lo que ocurre específicamente en el caso de los hombres que se están recuperando de un cáncer de próstata.



El estudio 

Es un estudio piloto (es decir, preliminar y de pequeña escala) en donde sólo participaron 19 hombres con cáncer de próstata. Algunos de ellos habían sufrido una prostatectomía (es decir, se les había extirpado parte de la próstata porque el cáncer era agresivo). A un grupo de ellos se les pidió que hicieran rutinas de ejercicios durante 6 meses, tres veces por semana durante 45 minutos en cada sesión. El ejercicio debía ser de cierta intensidad y consistía en caminar trechos largos, correr, remar, nadar o andar en bicicleta. A otro grupo no se les pidió ningún cambio en su estilo de vida. Durante el estudio los miembros de ambos grupos eran sometidos a análisis de sangre.

¿Por qué analizaban la sangre? los investigadores querían conocer cómo variaban los niveles de una proteína llamada PSA (o antígeno prostático específico), que se produce en las células de la próstata y que suele aumentar a medida que el cáncer reaparece o se vuelve más avanzado.

Las conclusiones

La cantidad de PSA en la sangre de los pacientes que no habían hecho ejercicio se duplicó en 28 meses. Pero en la sangre de los que sí hicieron ejercicio se demoró 76 meses en duplicarse. Es decir, los marcadores del cáncer habían avanzado tres veces más lento en el grupo de los que hicieron ejercicio. O dicho de otra manera, el ejercicio había ayudado a frenarlo. No lo había detenido pero si había disminuido su velocidad de avance. Por supuesto hubo otros beneficios: Pérdida de grasa, mejores niveles de triglicéridos en la sangre, etc.



Si bien este estudio sigue siendo preliminar (pues hay muchos factores que no se han medido y que podrían haber influido en los resultados) es coherente con lo que otros estudios están encontrando. Investigaciones con más participantes y más duración podrían probar en unos cuantos años hasta qué punto el ejercicio puede ser la gran esperanza de los que sufren cáncer. 

Vegetales contra los problemas de erección

La disfunción eréctil o D.E., es decir, la dificultad de algunos hombres para tener o mantener una erección, puede tener diferentes causas. Cuando los problemas no son de tipo psicológico sino físico, es posible que algunos alimentos puedan ayudar a evitarlos. Eso es lo que revela una nueva investigación de las Universidades de Harvard (EEUU) y East Anglia (Reino Unido) publicada hace pocos días.

Las sustancias que resultan beneficiosas son las que contienen diferentes tipos de flavonoides, una familia de compuestos químicos que es abundante en diferentes formas de plantas comestibles.

Los vegetales "potenciadores"  

Se identificaron tres grupos de flavonoides especialmente beneficiosos para prevenir los problemas de erección: 

  • Las antocianinas (que se encuentra en los arándanos o blueberries, las cerezas, las moras, las frambuesas oscuras, las uvas negras y los rábanos o rabanitos), 



  • Las flavononas (que se encuentran en los cítricos como el limónlimanaranjamandarina y toronja)


  • Las flavonas (que se encuentran en los pimientos picantes como el rocoto o el ají, y también en el perejil, el tomillo y el apio



¿Cómo se hizo la investigación?

Lo que hicieron los investigadores fue hacerle seguimiento durante 10 años a 25mil varones (entre los que no había, al inicio del estudio, ninguno que tuviera problemas de DE, ni ningún otro problema urológico). Periódicamente se entrevistaba a los participantes para obtener información sobre su alimentación y su estado de salud en general. Durante los 10 años, el 35,6% manifestó haber experimentado problemas de disfunción eréctil. Luego de filtrar esa información con los hábitos deportivos, dieta, factores cardiovasculares, masa corporal y tabaquismo de cada uno los investigadores notaron que el consumo de ciertos flavonoides establa claramente relacionado con una menor incidencia de la disfunción eréctil: flavonas (-9%), flavanonas (-11%), y las antocianinas (-9%). También establecieron que los hombres con la ingesta dietética alta de flavonoides de las frutas tenían una reducción del 14% en el riesgo de tener disfunción eréctilEste impacto en la salud es equivalente a hacer ejercicio moderado de 2 a 5 horas por semana (con actividades como caminar a paso ligero)

Un dato más: El vino tinto (hecho con uvas oscuras, ricas en flavonoides) también forma parte de este grupo de alimentos beneficiosos.

¿Para qué sirve la próstata?

La mayoría de las veces cuando escuchamos la palabra "próstata" pensamos en problemas de salud. Y no pensamos en las muchas cosas buenas que este órgano, exclusivamente masculino, hace durante una relación sexual. Te las contamos aquí.



1) Es donde se "prepara" el semen

Durante una relación sexual en la próstata se reúnen todos los componentes que conforman el semen. Ahí es donde los "ingredientes" se mezclan. Algunos de esos ingredientes vienen desde muy lejos (como los espermatozoides que se originan en los testículos y viajan hasta ahí a través de los conductos deferentes) y otros son del mismo vecindario (como el líquido producido en las vesículas seminales). Pero también aquí se producen otros fluidos, como el líquido prostático, que es el responsable de que el semen tenga su aspecto blanquecino y que ayuda a los espermatozoides a movilizarse mejor. Al final todos se reúnen aquí para salir juntos y revueltos durante la eyaculación.



2) Mantiene alejada a la orina durante el sexo

¿Alguna vez te has preguntado por qué durante la excitación sexual no suelen aparecer las ganas de orinar? Pues bien, en parte es gracias a la próstata. Los hombres orinan y eyaculan a través de un único conducto, un tubo llamado uretra. Mírala en el siguiente gráfico (es la línea rosada; la próstata es el "globo" rojo) ...


En esta imagen puede distinguirse el recorrido de la uretra (el canal pintado de rosado) que sale de la vejiga, atraviesa la próstata y luego continúa su recorrido por el pene.
Pues bien. Como puedes ves la uretra se origina en la vejiga (donde se almacena la orina), luego pasa en medio de la próstata (donde desembocan todos los tubos que llevan los componentes del semen) y finalmente atraviesa el pene hacia el exterior del cuerpo. Si todos tienen que circular por la misma "avenida" se necesita que alguien "ordene el tráfico" para que la orina y el semen nunca circulen juntos. Por eso durante la excitación sexual la próstata comprime su parte superior, cerrando firmememente la vejiga  e impidiendo todo acceso de orina. Pero.. ¿qué hay de los restos de orina que puedan haber quedado en la uretra de micciones anteriores? No hay problema, la próstata también se encarga de eso porque...
3) La próstata hace la limpieza 

Cuando un hombre está sexualmente excitado la próstata empieza a lanzar pequeñas cantidades de líquido (llamado líquido preseminal o, vulgarmente, "agua de coco", producido en las gládulas de Cooper) que está compuesto por varias sustancias que se encargan de:

a) Remover cualquier resto de orina (de micciones anteriores) de la uretra,
b) Desinfectar la uretra de posibles gérmenes (aunque, ojo, no puede con los que causan enfermedades de transmisión sexual)
c) Lubricar la uretra (para que cuando el semen pase por ahí se deslice más rápidamente y los espermatozoides no tengan ningún obstáculo en su salida). 

4) La próstata dispara 

La próstata es el gatillo, el motor de la eyaculación. Funciona como una bomba, comprimiéndose violentamente durante la eyaculación y expulsando el semen a través de la uretra. Allí se producen las primeras contracciones que experimenta un hombre durante la eyaculación y que tienen otra función importantísima: Estimular varios músculos y nervios para producir el orgasmo.

jueves, 9 de junio de 2016

Cómo evitar las infecciones urinarias femeninas

Las infecciones urinarias ocurren en los dos sexos. Pero las mujeres son más propensas a sufrirlas. La razón de esta "injusticia" está en la anatomía: La uretra (el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo) es mucho más corta en la mujer que en el hombre. Y si el camino es más corto los gérmenes tienen que "esforzarse menos" para llegar hasta la vejiga donde causan los síntomas habituales: dolor al orinar, picazón interna, ganas más frecuentes de orinar (aunque se tenga que orinar poco) etc...



Cerca del 80% de los casos de cistitis o infecciones urinarias son producidas por una bacteria llamada escherichia coli. Esta bacteria vive comúnmente en el intestino grueso o colon que, como todos sabemos, termina en otra abertura: El ano. Como el ano está cerca de la uretra femenina, es posible que las bacterias "den un salto" hasta ella si es que no se toman las medidas preventivas necesarias. Aquí damos algunas: 

En el verano: Tratar de no quedarse con la ropa baño mojada durante mucho tiempo. La ropa húmeda es el camino perfecto para que las bacterias se desplacen de un lado al otro. La ropa muy ajustada puede provocar el mismo efecto, en especial en verano cuando se suda más.

Practicar una higiene íntima correcta: Después de evacuar siempre se debe limpiar en la dirección contraria a donde se encuentra la vagina.

Orinar después de tener relaciones. Durante el sexo se facilita la entrada de bacterias en la uretra y orinar ayuda a "limpiar" la zona (aunque eso no elimina las infecciones sexuales potenciales)



Beber abundante líquido, especialmente en verano, para poder orinar con frecuencia, algo que limpia la uretra de manera natural.

No abusar de los antibióticos porque eso puede generar que las bacterias "buenas" que se encuentran en la zona vaginal se debiliten y le cedan su lugar a las "malas", las que causan las infecciones urinarias. 

Evitar productos químicos irritantes. Eso altera el PH de la mucosa genital haciéndola más vulnerable a las infecciones

¿Y qué pasa si la infección urinaria ya llegó? Pues ni modo, hay que visitar al médico. Y cuidarse un poco más para evitar que el problema vuelva a ocurrir. Si las infecciones urinarias de este tipo se hacen frecuentes se pueden convertir en enfermedades crónica y más graves, como la trigonitis.

¿Otra vez? ¡Pero si acabo de ir al baño!



Una persona que tiene ganas de ir a orinar muchas veces cada día, que sufre una gran urgencia de ir al baño de manera repentina, que se pregunta permanentemente "¿otra vez? Pero si acabo de orinar!" posiblemente sufra de un síndrome conocido como Vejiga Hiperactiva. 

Qué ocurre normalmente

Para entender qué es lo que ocurre en las personas con vejiga hiperactiva primero debemos entender cómo es el proceso normal de orinar. 

Como todos sabemos la vejiga es el "recipiente" elástico donde se almacena la orina producida por los riñones. Este recipiente tiene una especie de "indicador de nivel" que le permite al sistema nervioso saber cuándo está vacío y cuando está lleno. Cuando la cantidad de orina pasa cierto nivel, los nervios de la vejiga le envían un mensaje al cerebro: 

- Oiga Jefe: Vejiga llena.

El cerebro, como el eficiente administrador que es, se "comunica" entonces con un músculo que envuelve la vejiga: El músculo detrusor. Y le da una orden:

- Detrusor, despierta. Es hora de que hagas tu trabajo 

Y el músculo detrusor obedece y empieza a oprimir, la vejiga, como si se tratara de un par de manos que comprimen un globo inflado. Eso es lo que genera las típicas "ganas de orinar" que todos conocemos. Es la forma en que nuestro cuerpo nos avisa de que debemos encontrar una ocasión para ir al baño. Por supuesto mientras más nos demoremos en ir, habrá más contracciones y más ganas. 






Qué ocurre cuando hay hiperactividad de vejiga

Pero en las personas que sufren de Vejiga Hiperactiva las cosas no funcionan de manera tan ordenada. Por ejemplo, a veces la vejiga está casi vacía y los nervios, por alguna razón, envían el aviso al cerebro antes de tiempo. Y el cerebro a su vez le da su orden al músculo detrusor cuando no es necesario. Y eso puede suceder incluso poco después de haber orinado. A veces las contracciones de este músculo con tan persistentes que la urgencia por ir a orinar es muy alta y no le da tiempo a la persona a llegar al baño... y la orina se escapa. Esto es lo que se conoce como incontinencia urinaria que es otro problema médico que puede tener otras causas, pero, como estamos viendo, la vejiga hiperactiva puede ser una de ellas. 

¿Qué hacer? 

Hay muchas causas posibles para la vejiga hiperactiva y en cada caso el tratamiento es distinto por lo que es indispensable el examen médico. En muchas ocasiones el problema es de tipo nervioso. Por ejemplo es muy común en las personas con mal de Parkinson, lesiones en la médula espinal o esclerosis múltiple cuyos nervios no funcionan correctamente y pueden enviar señales equivocadas al cerebro. Pero también le ocurre a algunos hombres con la próstata agrandada (que hace que la vejiga cambie de posición), en mujeres con irritación vaginal o infecciones urinarias crónicas y en personas de ambos sexos con diabetes u otras enfermedades que hacen que produzcan un exceso de orina (en cuyo caso la vejiga sí está realmente llena y debe vaciarse aunque con más frecuencia de lo normal). 

El abanico de tratamientos depende, como indicamos, del origen. Van desde una serie de entrenamientos de la vejiga (a través de una rutina de ejercicios que el paciente debe practicar a diario para controlar mejor su proceso de orinar), pasando por medicamentos (que suelen ser efectivos pero tienen efectos secundarios molestos como boca seca, o estreñimiento), cambios en la dieta y en el estilo de vida e incluso cirugías cuando es necesario corregir un problema físico (como una próstata agrandada que comprime la vejiga). Aunque es más común en las personas mayores, este problema puede ocurrirle a personas de todas las edades. 

Si cree que es su caso no sería una mala idea que visite a un médico.

jueves, 2 de junio de 2016

¿Que es la Vasectomía?



Es una cirugía para cortar los conductos deferentes, que son los que llevan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. Después de una vasectomía, los espermatozoides no pueden salir de los testículos. Un hombre que se haya realizado una vasectomía exitosa no puede embarazar a una mujer.


Descripción

La vasectomía por lo regular se realiza en el consultorio del cirujano usando anestesia local. Usted estará despierto pero no sentirá ningún dolor.

Después de rasurar y limpiar el escroto, el cirujano inyectará anestesia en la zona.
El cirujano hará luego una pequeña incisión en la parte superior del escroto, ligará los conductos deferentes y los cortará por separado. 

La herida se cerrará con puntos de sutura o con goma quirúrgica.
Se puede realizar una vasectomía sin incisión quirúrgica, la cual se denomina vasectomía sin bisturí (NSV, por sus siglas en inglés). Para este procedimiento:

El cirujano encontrará los conductos deferentes palpando el escroto.
A usted se le inyectará anestesia.

Luego el cirujano le hará un agujero diminuto en la piel del escroto; luego, ligará y cortará los conductos deferentes.

Para realizar una vasectomía regular, se hace una pequeña incisión a cada lado del escroto. Para una vasectomía sin bisturí, se utiliza un instrumento puntiagudo para perforar la piel y se hace un orificio solo. Para ambos tipos de procedimiento, se hace un punto de sutura o se usa una goma quirúrgica para sellar el orificio.


Por qué se realiza el procedimiento


La vasectomía puede recomendarse para hombres que estén seguros de no querer embarazar a una mujer en el futuro. Una vasectomía vuelve a un hombre estéril (incapaz de embarazar a una mujer).

La vasectomía no se recomienda como una forma de control de natalidad a corto plazo. El procedimiento para revertir una vasectomía es una operación mucho más complicada.

La vasectomía puede ser una buena opción para un hombre que:

  • Tenga una relación y ambos compañeros estén de acuerdo en que no quieren tener hijos o que no quieren tener más. Ellos no quieren usar, o no pueden usar, otras formas de control de natalidad.
  • Tenga una relación y un embarazo sería inseguro para la compañera por problemas de salud.
  • Tenga una relación y uno o ambos compañeros tienen trastornos genéticos que no quieren transmitir.
  • No quiere molestarse teniendo que usar otras formas de control de natalidad durante la actividad sexual.

Es posible que la vasectomía no sea una buena opción para un hombre que:


  • Tenga una relación con alguien que no haya decidido si va a tener hijos o no en el futuro.
  • Tenga una relación inestable o estresante.
  • Esté pensando en hacerse operar sólo para complacer a su compañera.
  • Desee engendrar hijos posteriormente guardando sus espermatozoides o anulando su vasectomía.
  • Sea joven y tal vez quiera tomar una decisión diferente en el futuro.
  • Esté soltero al momento de querer hacerse una vasectomía. Esto incluye a hombres que estén divorciados, viudos o separados.
  • Riesgos
No existe ningún riesgo serio para la vasectomía. El semen se examinará en los meses posteriores a la operación para verificar que no contenga espermatozoides.

Como sucede con cualquier procedimiento quirúrgico, se puede presentar infección, hinchazón o dolor prolongado. El seguimiento cuidadoso de las instrucciones para el tratamiento posoperatorio reduce estos riesgos de manera significativa.

En muy raras ocasiones, los conductos deferentes pueden crecer y juntarse nuevamente. Si esto sucede, los espermatozoides se pueden mezclar con el semen, lo cual haría posible que usted embarazara a una mujer.

Antes del procedimiento


Dos semanas antes de la vasectomía, coméntele al médico o al personal de enfermería respecto a los medicamentos que toma, incluso los que haya comprado sin una receta, vitaminas, suplementos y hierbas.

Posiblemente necesite reducir o dejar de tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno (Advil, Motrin), y otros medicamentos que afectan la coagulación de la sangre, durante 10 días antes de la cirugía.

En el día de la cirugía, use ropa suelta y cómoda. Limpie bien la zona del escroto. Tome los medicamentos que el médico le indicó.

Lleve un suspensorio escrotal a la cirugía.

Después del procedimiento


Usted debe ser capaz de regresar a la casa tan pronto como se sienta bien. Puede retornar a trabajar al día siguiente si no realiza trabajo físico pesado. La mayoría de los hombres regresa a trabajar al cabo de 2 a 3 días. Usted debe ser capaz de retornar a sus actividades físicas normales en 3 a 7 días. Es normal tener algo de hinchazón y hematomas en el escroto después del procedimiento, lo cual debe desaparecer en cuestión de 2 semanas.

Usted debe usar un suspensorio escrotal durante 3 a 4 días después del procedimiento. Asimismo, puede usar una compresa fría para reducir la hinchazón. Los analgésicos, como el paracetamol (Tylenol), pueden ayudar a aliviar la molestia. Puede tener relaciones sexuales tan pronto como se sienta listo, por lo regular alrededor de una semana después de la cirugía. Debe utilizar algún tipo de anticonceptivo para evitar embarazos no deseados, hasta cuando sepa que su semen está libre de espermatozoides.

La vasectomía se considera exitosa sólo después de que el médico haya examinado el semen para asegurarse de que no contenga más espermatozoides. Es seguro dejar de usar otras formas de anticoncepción en este momento.

Expectativas (pronóstico)


La vasectomía no afecta la capacidad de un hombre para tener una erección o un orgasmo, o para eyacular semen. TAMPOCO previene la propagación de infecciones de transmisión sexual (ETS).

Una vasectomía NO incrementa el riesgo de cáncer de próstata o de enfermedad testicular.

La cantidad de espermatozoides disminuye gradualmente después de una vasectomía y, después de más o menos 3 meses, ya no hay presencia de ellos en el semen. Usted debe continuar usando un método de control de natalidad para prevenir el embarazo hasta que su muestra de semen esté totalmente libre de espermatozoides.

La mayoría de los hombres quedan satisfechos con la vasectomía y la mayoría de las parejas disfrutan el hecho de no tener que usar un método anticonceptivo.

miércoles, 1 de junio de 2016

Las mujeres también deben ir al urólogo si hay afección urinaria



Muchos creen que el urólogo es un médico exclusivo de los hombres de la misma manera que el ginecólogo lo es de la mujeres. Y es que en la mayoría de los casos cuando una mujer tiene una afección de las vías urinarias acude al ginecólogo.

Pero la verdad es que las mujeres también deben ir al urólogo, y la razón principal es por cuestiones de orina, como: incontinencia infecciones de orina. Ellas mujeres también se pueden presentar cálculos en la vía urinaria, tumores de riñón, glándula suprarrenal y vejiga.

¿Cuando ir al urólogo?


Las infecciones de orina o cistitis son la principal causa que lleva a las mujeres al urólogo, y afecta principalmente a las que están en edad reproductiva, lo que no quiere decir que no pueda afectar a cualquier edad.

También se va al urólogo por incontinencia urinaria, que son grandes o pequeños escapes de orina. Este especialista valorará las causas de la incontinencia urinaria para así buscar las soluciones que hay que tomar. Hará los controles necesarios y también podrá hacer pruebas.

Los urólogos agrupados en la Asociación Española de Urología (AEU) en un artículo publicado en la revista española Prevenir animan a las mujeres a acudir a sus consultas para tratarse las diferentes enfermedades de relacionadas con las vías urinarias.

En este mismo artículo los especialistas señalan que “en muchos casos existe una controversia con los ginecólogos sobre el tratamiento de la incontinencia de orina”. No obstante, destacan que “el futuro pasa por un abordaje multidisciplinar basado en la colaboración de diferentes especialidades para establecer protocolos y lograr los máximos beneficios para los pacientes”.

Época más urgente.


Las mujeres en la etapa de pre- menopausia y la menopausia deben visitar el urólogo, ya que son propensas a tener más infecciones debido a que el estrógeno crea acidez en la vagina que la protege.

Al disminuir el estrógeno con la edad también disminuye esta protección natural contra infecciones.

Relación mujer-urólogo


La mujer está más expuesta a las infecciones y problemas urológicos pues tiene una uretra más corta y por lo tanto más cercana a la vagina y al ano, por lo que está más expuesta a las bacterias. De hecho, la urología femenina es tan importante que los ginecólogos estudian uroginecología, que trata los problemas urinarios.